Con la intención de plantar cara a los competidores, Google, de manos de su consejero delegado Larry Page, ha apostado por abandonar varios proyectos que, a su entender, no van ligados directamente a su principal vía de negocio, internet.
Desde que Page relevara a Eric Schmidt en su cargo, éste ha llevado a cabo diferentes acciones encaminadas a seleccionar muy bien qué tipo de proyectos debe emprender la multinacional, y desechar aquellos que se estimen oportunos.
Hoy día Google está centrando sus esfuerzos en el campo de los sistemas operativos para móviles y en el de las redes sociales. Y es que en plena política de recortes, algunos inversores ya ha mostrado sus dudas ante los gastos de la compañía.
Con esta última decisión de dejar de lado 7 proyectos, Page trata de calmar las protestas y preocupaciones de los inversores, y entre estos estudios se encuentran diferentes aplicaciones para Google Bookmarks, el servicio de Community managers Friend Connect, la extensión para navegadores Gears; la función Timeline para búsquedas, o el programa pensado para compartir documentos Google Wave, así como la enciclopedia Knol online.
En otro orden de cosas, Google pretende abandonar además el proyecto de energía renovable, cuya responsabilidad recaía en Bill Weihl, quien abandonó la compañía precisamente el mes pasado.
Esta política de austeridad y la selección de los proyectos relacionados con las aplicaciones móviles y en el entorno de las redes sociales nos indica muy a las claras la dirección que Google toma para el desarrollo de sus nuevas vías de negocio.