A estas alturas ya nadie duda de la importancia de generar contenido original y relevante que complemente a una estrategia SEO global. Uno de los medios más utilizados para esta difusión de información es, sin duda, el Blog.

Pero a la hora de embarcarnos en la elaboración de un blog, debemos considerar diferentes aspectos, como determinar el objetivo del mismo y la razón de su puesta en marcha. Motivos como “porque todo el mundo lo tiene” o “porque es bueno para el SEO”, no son suficientes.

Antes deberemos analizar nuestras posibilidades y los medios con que contamos y, sobre todo, el público objetivo. Es preciso subrayar que la repercusión de un blog sobre el posicionamiento de un determinado website se produce a largo plazo, por lo que ésta no debe ser nuestra motivación más inmediata.

Tan satisfactorio como observar como nuestro lugar en el ranking de los buscadores mejora, es aprovechar esta oportunidad para estar a la vanguardia de tu sector y ampliar tu conocimiento sobre ciertos temas.

Primeramente, deberemos contar con una página web optimizada para unos mejores resultados, esa es la base de toda estrategia de contenidos.

Seguidamente, sería conveniente confeccionar una lista de palabras clave empleadas en cada una de las secciones de la web y estudiar sus posiciones, para tratar de potenciar aquellas que no obtienen los resultados deseados o que más nos puedan interesar. Ésta estrategia no debe obstaculizar el objetivo primordial de un blog, que es la difusión de experiencias, novedades, tendencias, observaciones, noticias corporativas y sectoriales, etc… relevantes para nuestros clientes reales y potenciales.

A la hora de redactar el post:

1.- URL: La mayoría de plataformas (WordPress, Joomla…), permiten personalizar las URL’s. Aprovechemos esta funcionalidad para incluir palabras clave en la misma, siempre relacionadas con el contenido del post.

2.- Title y Meta-Description: Existen multitud de complementos y herramientas para todas las plataformas que nos ofrecen la oportunidad de introducir “Titles” y “Meta-Descriptions”. Esto será lo primero que tanto el buscador como el usuario “lean” en los resultados. Por tanto, éstos deben ser descriptivos y contener términos que describan lo que allí se va a mostrar, siempre de una forma natural, sin forzar.

3.- Keywords/Tags: Incluye en este campo palabras clave (entre 10 y 15) que se correspondan con la información. Utiliza sinónimos, denominaciones alternativas, términos long tail…

4.- Optimiza las imágenes: Tanto el nombre de las mismas, como su título y ALT.

5.- Link Building: No abuses de él. Es mejor incluir uno o dos enlaces por post, o incluso ninguno. El algoritmo de Google cada vez es más exigente al respecto, valorando la naturalidad.

6.- Redacta un primer párrafo introductorio que sea descriptivo del artículo. Éste puede ser igual que la meta-description.

7.- Emplea sinónimos en la redacción, no hay que empeñarse en repetir y recalcar una y otra vez un mismo concepto porque tenga búsquedas o queramos potenciarlo. La lógica de los buscadores, cada vez más semántica, es capaz de interpretar la sinonimia, las relaciones semánticas y la naturaleza del léxico.

8.- Actualización del blog: Es el mayor escollo al que se enfrentan las empresas, mantener la frecuencia de publicación. No desistas, los resultados tardan en llegar. Publica siempre que encuentres algo que pueda ser interesante para tu audiencia.