A día de hoy el concepto “transformación digital” está de moda. Lo escuchamos allá donde vamos, pero en realidad es algo que se lleva trabajando años y años y que hasta el momento había pasado más desapercibido o se había conocido mediante otros términos.
Andy Stalman ya dijo hace años, “No estamos en una era de cambios, sino en un cambio de era” esta afirmación nos indica lo importante que es adaptarnos y cambiar nuestra manera de pensar, de proceder, de organizar, etc.
INMEDIATEZ, es como podríamos definir a la generación que está liderando este cambio, los millenials.
Se escuchan muchas afirmación que con la automatización de muchos trabajos se destruirá empleo, pero lo que vemos es que gracias a la automatización habrá más tiempo y recursos para otros procesos que nos llevarán a avanzar y a crecer.
GLOBALIZACIÓN, gracias a la transformación digital eliminamos las fronteras.
Podemos encontrarnos con una empresa que anuncia un producto alemán en una red publicitaria con algoritmo estadounidense con sede en Irlanda, dirigido a un público francés.
CREATIVIDAD, diferenciación y superación.
La transformación digital no solo es tecnología, es cultura y personas.
PASOS PARA LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL
¿EN QUÉ CONSISTE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL?
La Transformación Digital es la oportunidad estratégica de incorporar nuevas tecnologías y lógicas para que un negocio sea más eficiente. Se trata de mejorar la productividad de las personas, mejorar sus procesos y comunicación, y, en definitiva, ayuda a ofrecer el mejor servicio posible al cliente. Para lograrlo, hay que centrarse en la resolución inmediata de problemas, de manera que el nuevo flujo de trabajo jerárquico se base en la mejora constante.
La transformación digital se apoya en tres ejes básicos:
- La optimización del modelo estratégico de negocio con el fin de buscar mejoras en los procesos u oportunidades en los activos intangibles, hasta ahora invisibles para los directivos de una organización. Este proceso da como resultado una comunicación bidireccional más rápida y amplia, la integración de departamentos dentro de la misma empresa para ampliar el concepto de colaboración y la toma de decisiones basadas en datos objetivos para tener más oportunidades de alcanzar el éxito.
- La valoración estratégica de la tecnología y la conectividad transversal de toda la compañía y cada uno de sus trabajadores. No se trata de incorporar equipos tecnológicos porque sí, sino que antes de hacerlo se debe valorar si estos van a repercutir en la toma de decisiones estratégicas, conectar digitalmente a los stakeholders, obtener información en tiempo real para mejorar procesos, aportar valor a los clientes y, lo más importante, generar un cambio positivo en la cultura de la compañía.
- El desarrollo de las capacidades digitales y de liderazgo es el eje más complejo debido a que encontrar perfiles sin miedo a salir de su zona de confort, en búsqueda de constantes mejoras y con visión estratégica de negocios en cuanto al uso las tecnologías, es el mayor reto al que se enfrentan las compañías.
¿QUÉ ES Y QUÉ NO ES LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL?
La Transformación Digital es el proceso de modificar una organización usando herramientas innovadoras, así como adoptar tecnología y, al mismo tiempo, cambiar la cultura corporativa con el propósito de adoptar nuevos modelos de operación y de negocio. Su implantación debe ser personalizada y adecuada al ritmo de cada compañía para poder asumir cambios.
Una empresa debe estar al tanto de las tecnologías y herramientas que tiene a su alcance. Para llevar a cabo una transformación digital, la empresa ha de definir una estrategia digital en la que todos los departamentos colaboren en conjunto. Se suele pensar que la tecnología elimina puestos de trabajo. Al contrario. Al incorporar estas tecnologías, las organizaciones requieren nuevos expertos. Además, la cultura de la organización ha de ser plenamente digital y por ello, es fundamental que la compañía evolucione y abra las puertas a un panorama digital en el que los trabajadores puedan potenciar su ingenio, innovar y formarse digitalmente. El fin último es la implementación de proyectos teniendo en cuenta el entorno digital y el cliente.
La transformación digital va más allá de tener un negocio online y usar la imagen de marca en Internet. Es un hecho innegable que el consumidor posee cada vez más información y poder de decisión, busca estar cada vez más conectado y confía en aquellas marcas que le proporcionan fidelidad. Sin embargo, la transformación digital no es la simple informatización de los procesos de la empresa o la persecución a los clientes con banners de tus productos o servicios.
Las tecnologías que se asocian con este fenómeno son las más innovadoras, pero no son aptas para todos los públicos. Para que una empresa se transforme digitalmente, lo primero es que tiene que saber cuáles son sus objetivos, en qué sitios de la red se mueven sus clientes y evaluar las herramientas online adecuadas para obtener una mayor competitividad. En definitiva, se han de tener en cuenta únicamente aquellas tecnologías que ayudarán a añadir valor al cliente.
CLAVES DE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL
- El móvil es el dispositivo del futuro para hacer negocios. Esto obliga a las empresas a transformar su modo de oferta. Las compañías deben analizar el proceso de compra de sus clientes para conocer sus gustos y ofrecerles lo que buscan. Esto supone saber escuchar, analizar cuáles son las tendencias de los comportamientos de los clientes y tener capacidad para cambiar.
- Conocimiento y formación digital. Para ello, se hace fundamental conocer las herramientas que la red ofrece para ello. Las empresas han de compartir tiempo con emprendedores y start-up, ya que son las que crean ideas innovadoras en el mercados. La clave de la transformación digital radica en que las pequeñas y medianas empresas se acerquen a las firmas tecnológicas.
- Reputación. Las empresas se mueven por proyectos, con lo que en la economía mundial cada vez hay menos barreras empresariales. Surge la economía colaborativa, que otorga mayor flexibilidad a las compañías. En este contexto, tanto la reputación profesional como la personal se fusionan, por lo que hay que cuidar la estrategia de comunicación bidireccional.
- Marca. La conversación de la comunidad online en torno a una empresa es cada vez mayor. Por ello, la detección de fans que hablan bien de algo es trascendental para aprovechar sus niveles de influencia sobre otros potenciales clientes. El feedback aumenta, por lo que hay que vigilar tanto los mensajes que lanza la empresa como los que se dan entre usuarios.
- Big Data. Los datos se traducen en oportunidades económicas porque permiten saber dónde está la demanda y la oferta. Sin embargo, es fundamental asegurar la seguridad de los datos de los usuarios, ofrecer un producto con valor añadido y poner el máximo control de la información en sus manos.
- Formato del contenido. Las personas demandan pequeñas cápsulas de información, si es en formato audiovisual, mejor. Se recomienda a las empresas hacer networking digital, crear contenidos virales y compartirlos en redes sociales. Las estrategias estáticas ya no hacen avanzar a las empresas.