Hace años las estrategias de SEO priorizaban la presencia de palabras clave y escribían pensando en el buscador. Con las últimas actualizaciones de Google, esto está cambiando y nos recuerda que nuestro principal lector es el usuario y que por lo tanto debemos escribir para él.
Tenemos que tener en cuenta que un usuario/lector acude a nuestra web para satisfacer una necesidad, si no le proporcionamos la información que está buscando es muy probable que se marche, dejando un porcentaje de rebote bastante alto en nuestras estadísticas de analytics.
Si queremos triunfar entre nuestros lectores sin dejar de ser ese caramelito atractivo para Google hay una serie de puntos que no podemos olvidar.
1. La originalidad es la única vía, nuestro contenido tiene que ser propio, no podemos ir recogiendo pequeños trozos de otros sitios web y subirlo a la nuestra, estaríamos engañando a nuestro usuario y esto a Google no le mola ni un pelo.
2. Revisa la gramática y la semántica de tus textos, ten un vocabulario rico, lleno de sinónimos y se conciso. Aprovecha los links y las negritas para que el usuario tenga una lectura amena de nuestro texto.
3. Los usuarios cada día navegan y viven más deprisa, esperan encontrar la información rápida y no tener que dar rodeos para encontrarla en el último párrafo del texto. Así que no por tener un texto más largo va a ser mejor.
A nivel de SEO el contenido nos puede ayudar a conseguir enlaces, puesto que si este es relevante será linkado por los propios usuarios, una acción que con el paso de los años se está haciendo más importante para Google.
El algoritmo de Google cada vez es más “humano” y por lo tanto espera lo mismo que los usuarios que visitan nuestra web, encontrar aquello que estaba buscando a la primera, sin rodeos ni contragolpes.
El sentido común es algo que tenemos que tener presente en nuestra vida ya a la hora de redactar contenido también, tiene que ser relevante, conciso y divertido.