El porcentaje de la tasa de rebote consiste en el número de usuarios de cada 100 ha entrado en nuestra web ha visto una solo página y se ha ido sin interactuar con nosotros.
Según Avinash, “un rebote se produce cuando un usuario llega a tu página web, ve lo que hay, no le gusta, vomita y se va”.
Cuando empezamos a analizar nuestra web uno de los números que nos llama la atención es este, y nos preocupamos cuando lo vemos elevado.
Este dato siempre es muy relativo, en función de la naturaleza de nuestra web un porcentaje de rebote alto puede ser incluso bueno.
Para poder interpretar bien este dato, primero debemos conocer cómo cuenta Google Analytics este porcentaje. Para ello vamos a ver algunos ejemplos en los que podría aumentar también.
-> Un usuario accede directamente a un post desde un link (un portal de noticias, una red social, etc.). Lee el post y cierra la pestaña de navegación.
En este caso Google Analytics lo contaría como porcentaje de rebote y al cerrar la pestaña contará como tiempo de estancia 0, será como si el usuario no hubiese navegado por nuestra web.
-> Un usuario entra en la web y hace clic en uno de tus links a las redes sociales.
-> Si nuestro site contiene links salientes, bien anuncios, o bien son enlaces de referencia para ampliar info de un determinado post, servicio o producto, y el usuario hace clic.
Ahora bien, sabiendo qué cuenta y qué no cuenta Google Analytics,
¿Cuál es la tasa adecuada de rebote para mi web?
Pues dependiendo de la naturaleza de ésta, si se trata de una web corporativa o una tienda online podría situarse entre el 25 – 60% y si hablamos de una web informativa, como un portal de noticias o un blog este podría situarse perfectamente hasta el 90%.
Si nos encontramos por encima de la media o vemos que la tasa aumenta, debemos preguntarnos:
¿Por qué el porcentaje de rebote de mi web es alto?
– Si trabajamos el posicionamiento SEO de nuestra web o realizamos campañas en Google AdWords es posible que no estemos utilizando términos relevantes, lo podemos comprobar viendo esta tasa según la fuente de tráfico.
– Si nuestra web es lenta, y tarda en cargarse puede que el usuario no tenga la suficiente paciencia para esperarse y se vaya.
– Si tenemos anuncios intrusivos como pop-ups o música o vídeos que se inicien solos.
– Si la web no es usable, es decir, no tiene los call to action necesarios para retener al usuario.