Nadie sabe todos y cada uno de los factores que considera Google para posicionar las webs antes que otras, pero sí sabemos que hay que basarse en un hecho principal: “si eres relevante para tus usuarios mereces salir entre los resultados relevantes“. Así que el primer paso de la estrategia SEO es empezar por estudiar esa “relevancia”, para lo cual influyen dos cosas: la web y tu popularidad.
Esto en SEO sería lo que llamaríamos factores on-page (dentro de la web) y off-page (fuera de ella). Si lo trasladamos al comercio de toda la vida es como trabajar el escaparate, la distribucion de la tienda, el servicio de los empleados, cumplir con lo que venían buscando, etc. y por otra parte estaría la recomendacion y la popularidad: cuántas referencias tienes y qué dicen de ti. Eso son los enlaces que apuntan a tu pagina.
¿Qué conseguimos en nuestros negocios físicamente cuando hacemos todo esto bien? que la gente venga a mi negocio y vender. Pues exactamente así ha de trabajar tu página web. Así que empecemecemos por el principio.
Estructurando la web
Ante todo que no te dé miedo “el mundo online” porque no es nada que no conozcas, pues la dinámica para vender al final ves que es la misma. Si sigues esta misma lógica de pensar que tu web no es ni más ni menos que tu tienda y que es importante que mucha gente hable de de ella y bien para atrer a más clientes verás que es fácil.
Veamos si lo estás haciendo igual de bien online que offline. Lo primero vamos a revisar esa tienda (on-page).
Si tu página ha de ser un reflejo de lo que eres, has de trabajar para SEO tres cosas principales:
– La arquitectura web (sería algo así como los diferentes productos, servicios o departamentos). Lo importante es que hay una buena distribución de los productos y que no les cueste llegar navegar ni llegar a lo que están buscando. Parece una tontería decirlo, pero es increíble la cantidad de webs en las que por más que miras no sabes qué venden o cómo se distribuye el menú. Si la gente no lo sabe no esperes que Google lo haga. Pónselo fácil porque en internet es muy fácil darle a “atrás” o cerrar e irse a otra página.
– Contenido (qué productos ofrezco en cada una de ellas y cómo lo vendo). A nivel de marketing sobra decir que es importante que el producto cumpla las expectativas o satisfaga las necesidades, pero a nivel de SEO has de mirar algo todavía más importante: ¡primero tienen que encontrarte! Salir de los primeros en Google es sinónimo de atraer a la web a la persona que la busca. Así que si vendes complementos tendrías que aparecer para cuando busquen “bolsos 2011” y si vendes además de marca lo recomendable es que tu página interna “bolsos marca X” salga para búsquedas con las palabras “bolsos marca X” y similares.
– y los objetivos de la web (al final qué es lo que quieres conseguir). El SEO ayuda a que te encuentren, pero al final no debemos perder el norte, lo que queremos es conseguir conversiones, como un registro, una suscripción, una compra, una descarga o que rellenen un formulario.
En resumidas cuentas Google (=los usuarios) necesitan saber de qué va tu negocio y de qué habla cada página. Si todo está bien ordenado conseguirás gustarle a Google y que los posibles clientes aterricen directamente en lo que buscaban. Si en tu negocio tuvieras todo desordenado o el dependiente no hubiera sido capaz de decirte si disponen de lo que buscas ¿qué impresion causarias en persona? Pues igual pasa con la web. Si no es lo que buscabas cierras y si es un caos (mal servicio) sales de allí para no volver.