Para poder medir el éxito de las páginas web de las pequeñas empresas se hace necesario una herramienta de analítica web. Con Google Analytics el análisis de estos ecosistemas tan frágiles será posible teniendo en cuenta una serie de métricas que expondremos a continuación.
La pequeña empresa busca productividad al igual que las grandes compañías, así como ahorrar costes y ser más eficientes. Pero en la mayoría de los casos no disponen de la información para la toma de decisiones sobre su negocio, y esto es esencial pues con sus pocos recursos deben conseguir llegar a objetivos del mismo modo que una empresa grande.
Una de las métricas más relevantes para una pequeña empresa es el coste por adquisición. Debido a que sus presupuestos son reducidos, la clave está en conocer qué se consigue con el dinero que se invierte. En el coste por adquisición se factura sólo por las ventas conseguidas a partir de banners, anuncios de display o SEO por ejemplo.
De ahí que si las campañas no poseen un óptimo CPA, lo más apropiado es invertir más en aquellas que sí que lo tienen. Encontraremos estos datos extrayendo un informe de las conversiones.
Del comportamiento de los usuarios nos quedaremos con la tasa de rebote, el número de páginas vistas o el tiempo medio en la página es secundario. La pequeña empresa debe perseguir gustar a primera vista y si las tasas de rebote son altas, puede significar que nos estamos dirigiendo a la gente equivocada o que estamos llevando tráfico relevante a páginas de aterrizaje que no lo son.
La tasa de rebote indica que el usuario no avanza en la navegación en la página web, es decir es el porcentaje de usuarios que entran y se marchan.
Estos datos se encuentran en los informes de Fuentes de tráfico y en las Páginas de aterrizaje, aquellas a las que llegan los usuarios a la web.
Otra métrica a tener en cuenta es la tasa de salida, por ejemplo en el proceso de compra o completando un formulario de contacto. Debemos focalizarnos en el paso que mayor abandono posee e intentar cambiarlo para que los usuarios completen las acciones.
Desde eliminar campos para rellenar en el formulario de contacto hasta mostrar los costes de envío en el momento adecuado, puede determinar que el usuario permanezca en el sitio.
En Google Analytics estos datos están en los pasos de las rutas de conversiones o embudos de conversión.
Por último y por lo que la pequeña empresa debería obsesionarse, son las tasas de conversión. Al tratarse de pequeñas corporaciones es vital revisar esta métrica e intentar mejorarla. Comprobar las tasas de conversión en cada fuente de tráfico ayudará a conocer qué fuentes proveen de mayor tráfico que convierte, y es en ellas dónde debemos hacer hincapié.
Así que resumiendo, las métricas por las que una pequeña empresa debe preocuparse básicamente son: coste por adquisición, tasa de rebote, tasa de abandono o salida y conversiones. Si tienes una pequeña empresa puedes empezar a optimizar tu sitio web teniéndolas en cuenta.
Ahora te toca a ti, cuéntanos la experiencia con la página de tu pyme, nos gustará saber si utilizas estas métricas u otras.