Google ha anunciado recientemente que va a dejar de lado a las cookies que provengan de páginas de terceros. Siguiendo la línea de sus principales competidores, Safari y Mozilla, el motor de búsqueda más importante y utilizado en el mundo negará el apoyo a las mismas.
Puede que no recuerdes para que sirven las cookies, así que refresquemos un poco la memoria. Nacidas en 1994, fueron creadas para ayudar a los navegadores a llevar un control de las actividades que realizaban los usuarios en cada página web. Son una herramienta que forma parte de nuestro día a día y la podemos encontrar por todas partes.
No obstante, las cookies siguen siendo una herramienta fundamental para los publishers, a pesar de llevar la muerte en los talones.
¿Cuál es el motivo?
Según ha comentado el Director Ingeniero de Chrome, Justin Schuch, las cookies pretenden abandonar al gigante de internet en un periodo de dos años. “Los usuarios reclaman tener mayor esfera privada, incluyendo más transparencia, posibilidad de elección y control sobre la utilización de sus datos personales”, indica el director.
La razón principal por la que Google quiere acabar con ellas es la de proteger mejor el espacio personal del usuario cada vez que este navegue por su red. No obstante, sabemos que el magnate de internet vive prácticamente de sus anuncios, cuya personalización es posible gracias al uso de las cookies. Por esto, que la empresa ya está en busca de otras alternativas que puedan ayudar con el targeting de los anuncios, respetando siempre la política de privacidad.
Un ejemplo de esto es el proyecto que presentó en 2019 Mountain View llamado Privacy Sandbox, cuyo objetivo principal es la búsqueda de soluciones que posibiliten la publicidad personalizada. Google busca la forma de beneficiar a sus dos principales grupos de interés, los usuarios y los publishers.
¿Y ahora qué?
El principal cometido de las cookies es recoger los datos del usuario con el fin de que las webs puedan ofrecer la mejor experiencia personalizada. Sin embargo, son muy útiles para recoger información cada vez que abandonamos una página. De modo que, los anunciantes son capaces de hacer llegar los anuncios adecuados a clientes que muestran un mejor grado de potencialidad, incluso fuera de sus propias webs.
Un estudio reciente publicado por INFORMS (Instituto para la Investigación de Operaciones y las Ciencias Administrativas), ha querido investigar el caso del “opt-out”, es decir, todos aquellos que tienden a rechazar las cookies cada vez que visitan una web. De forma que, se ha demostrado que este tipo de usuarios son capaces de generar un 52% menos de ingresos publicitarios que aquellos que sí deciden aprobarlas.
Google tendrá que encontrar la fórmula adecuada para no dejar atrás a los anunciantes, los cuales generan la mayor parte de sus beneficios.